AÑO DE 1819
En abril
18 de 1819, nace Carlos Manuel de Céspedes y López del
Castillo en Bayamo, Cuba, siendo hijo de Jesús María
Céspedes y Luque también nacido en Bayamo y de
Francisca de Borja, López del Castillo y Ramírez
de Aguilar, nacida en Puerto Príncipe.
Hasta
donde he podido saber tuvo como hermanos a Pedro,
Francisco, Javier y Francisca de Borja (Borjita) y se
menciona a Ladislao o Manuel Hilario como el posible
hermano perdido en el tiempo.
Se crió
en el campo y durante su niñez tomo clases de Gramática
y Latín con los frailes del Convento de Nuestro
Seráfico Padre en Bayamo, que lo acogieron como
discípulo. Posteriormente en el Convento de Santo
Domingo llevó cursos de Lógica y Ética. Pasó de allí
a La Habana, donde es aceptado como alumno del Real y
Conciliar Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio.
Posteriormente en la Real y Pontificia Universidad de La
Habana obtiene el grado de Bachiller en Derecho Civil, el
22 de marzo de 1838..
AÑO DE 1839
Manuel
Anastasio Aguilera nos lo describe así:
Céspedes
era de pequeña estatura, robusto, bien proporcionado, de
fuerte constitución y ágil en sus movimientos. En su
juventud fue muy elegante, bien parecido y de simpática
figura. Se distinguía mucho en el baile y la
equitación; era esgrimista y gimnasta y se le citaba
como perito en el juego de ajedrez. Tenía un valor
personal a toda prueba, acreditado en diversas
circunstancias de su vida. Era hombre de gran
imaginación, astuto, disimulado, severo, cortés y
agradable en el trato social, tolerante por cálculo;
poseía una fuerza de voluntad indomable y era
sobremanera galante y delicado con el bello sexo.
Fue hijo
de familia distinguida y prominente que poseía grandes
extensiones de terreno heredadas desde muchos años
atrás, un aristócrata criollo cuyas raíces
habría que buscar entre la nobleza Andaluza en España.
El origen
común de la familia de Carlos Manuel de Céspedes y de
nuestro tatarabuelo Don Manuel de Céspedes y Barrero se
remonta hasta el siglo XVII, con la llegada a Cuba de
Juan Antonio de Céspedes y Conde que fue alcalde de San
Salvador de Bayamo, y llegó de Osuna, España en
el año de 1630. Casado con Angela de Anaya y
Vásquez Valdés tuvieron solamente dos hijos, Juan de
Céspedes y Anaya rama de la cuál proviene la familia de
Carlos Manuel de Céspedes y el otro Diego de Céspedes y
Anaya, rama de la cuál proviene la familia de nuestro
tatarabuelo, Don Manuel Céspedes y Barrero.
Carlos
Manuel contrae nupcias en 1839 con su doble prima hermana
María del Carmen Céspedes y del Castillo, tiene con
ella tres hijos de nombre María del Carmen, Carlos
Manuel y Oscar todos ellos de apellidos Céspedes y
Céspedes.
AÑO DE 1840
El 3 de
enero de 1840 nace su primer hijo varón, a quién llamó
Carlos Manuel. En ese
mismo año y una vez terminado su Bachillerato en
Derecho en La Habana, parte rumbo a Europa y obtiene su
licenciatura en Derecho en la Universidad de
Barcelona y posteriormente el Doctorado.
AÑO DE 1843
Terminada
su carrera de Abogado en España, participa en la
Insurrección del Gral. Juan Prim, por lo que sale de
allí como exiliado político rumbo a Francia. Recorrió
después Inglaterra, Alemania e Italia antes de regresar
a Cuba en 1844, por lo que dominaba y se expresaba
correctamente en varios idiomas, como el inglés,
francés y el italiano. Conocía y manejaba desde pequeño el
latín y el griego.
AÑO DE 1844
Abre en
Bayamo un bufete de abogado y escribe poemas y un folleto
en el que hace la defensa de Cuba.. Secretamente inicia
su planes independentistas. Hizo la traducción al
español de algunos cantos de La Eneída, que nunca
publicó y escribe también la comedia Las dos Dianas.
AÑO DE 1845
Para
estas fechas Francisco Vicente Aguilera era prominente
propietario de 3 ingenios mecanizados, en la zona
de Manzanillo a Bayamo. El ingenio de Pedro Figueredo y
el Ingenio de La Demajagua de Carlos Manuel de Céspedes,
cerca de Manzanillo, también lo estaban.
El
problema de los esclavos negros era mucho mayor en
occidente, en las cercanías de La Habana, donde se
abusaba en exceso de ellos, mientras que en la zona de
oriente se empezaba a sustituir, en parte, la fuerza
humana que aportaban los esclavos, por la fuerza obtenida
a través del vapor y las transmisiones mecánicas.
AÑO DE 1847
En este año nace su segundo hijo a
quién se dio el nombre de Oscar. De su hija María del
Carmen no tengo datos relativos a la fecha de nacimiento,
pero se que murió muy pequeña.
AÑO DE 1848
La
Bayamesa, (la primera canción amorosa cubana que recoge
la historia) fue interpretada por primera vez, (según se
dice) el 27 de Marzo del año 1848. La letra
compuesta por José Fornaris, la música es de Carlos
Manuel de Céspedes y Francisco Castillo Moreno. La
Bayamesa, fue tomada por los patriotas cubanos, los
cuales le cambiaron la letra é hicieron de ella una
canción combativa en contra de la opresión.
AÑO DE 1851
Participa
activamente en la Sociedad Filarmónica de Bayamo, misma
que fundó y en la cuál fungió como Secretario en
aquella época.
La más cercana relación, que pudo
darse, entre la familia Céspedes y del Castillo y la
familia Céspedes y Barrero (nuestro tatarabuelo) debió
ser en esta época, que coincide con la etapa en que la
poetisa Úrsula Céspedes Orellano compone sus primeros
versos y recibe el apoyo de su tío Carlos
Manuel de Céspedes, lejano pariente, quién incluso le
escoge su primer seudónimo que fue de La Calandria. Por
esta época Carlos Manuel todavía vivía en Bayamo.
A continuación copio el comentario que
hace Don Juan J. Remos en el libro Poesías publicado por
el Ministerio de Cultura Cubano en 1948, en relación a
la sensibilidad poética de Úrsula y el relieve e
importancia que tenía Carlos Manuel de Céspedes como
intelectual de la época, cuando aceptó escribir el
prólogo del libro Ecos de la Selva, publicado por
Úrsula en 1860.
"Úrsula es una poetisa
eminentemente sentimental y canta lo que su corazón
alienta. Acertado estuvo el Padre de la Patria, en el
prólogo con que presentó el tomo de versos Ecos de la
Selva, al comentar los méritos de la joven cantora y
decir alabando lo espontáneo de su inspiración, que no
se le preguntara de donde a esta le venía, porque daría
la misma contestación de un pájaro de la selva a quien
preguntaran por qué canta."
Dice Céspedes en el prologo:
- Por eso sus versos a pesar de
los defectos que adolecen, arrebatan y seducen; ella
pinta lo que siente; pero lo hace con tanta verdad de
colorido, que su sentimiento se transmite como el
fluido magnético al corazón de los que oyen sus acentos inspirados. -
Continúa Juan J. Remos comentando:
Carlos Manuel de Céspedes, desde
luego, no conoció mas que los poemas que integran el
volumen publicado en 1861, y en el que predominan los
versos de la primera etapa. Que el caudillo de La
Demajagua era hombre de excelentes lecturas y de buen
gusto lo revelan algunos de sus escritos llegados hasta
nosotros y que denuncian una prosa elegante y cuidada; lo
justifican algunos versos de discreta ambición; lo
atestigua este propio prólogo a que acabamos de
referirnos y el reparo que entraña la cita que hemos
transcrito. El relieve de Céspedes en Bayamo (Ciudad por
entonces de las más cultas de la Isla) como una de las
figuras más destacadas del movimiento intelectual de
aquella localidad, en que la curiosidad literaria, la
actividad artística y la información sobre la marcha
del pensamiento en el mundo eran patentes, ostentando
como centro de esa tónica social que tanto distinguió a
aquella cuna de patriotas y de poetas, los prestigiosos
salones de La Filarmonía; el relieve de Céspedes,
repetimos le daba cierta autoridad consagradora. Su fama
de orador, de poeta , de jurista, de autor dramático, de
"dandy", había cundido y daba a su opinión un
crédito indiscutible. Y que él miraba bien lo que
decía (consecuente con el crédito ganado) lo abona el
sentido ponderado con que está redactado el
reiteradamente citado prólogo, en el que a pesar de los
lazos que lo unían a Úrsula, no deja de hacer constar
los defectos que aprecia, aunque reconoce y proclama las
dotes y los aciertos que se estiman en el conjunto de
aquel primer libro."
"Por lo justo y lo preciso de ese
juicio, no creemos inoportuno insistir en la cita de
Carlos Manuel; más aún cuando la edición en que vio la
luz es una rareza bibliográfica: "
-
El que pretenda hallar en el
adjunto tomo grandes conocimientos, rasgos de una
instrucción desmedida, bellezas de arte, en fin, que lo
cierre desde luego, pues no podría satisfacer su anhelo.
El que busque en él los delirios de una alma apasionada
y tierna, el amor y la amistad, el patriotismo, todos los
sentimientos nobles, todas las virtudes heroicas,
expresadas en versos armoniosos, léale desde el
principio hasta el fin. Úrsula no es la poetisa de arte
que canta con la cítara en la mano; es la poetisa de la
naturaleza que canta como las aves y que suspira como los
céfiros; en sus composiciones la cabeza es poca cosa y
el corazón lo es todo.....Mas no se crea por esto
que sus composiciones son tan esencialmente naturales,
que están desprovistas de toda regla de arte; tiene
algunas que nos desmentirían si tal dijéramos. Leed
"El Bien y el Mal", "El Tiempo" y
otras, y no sólo hallareis en ellas las reglas de la
verdadera poesía, sino una notable elevación de
pensamientos -.
Los párrafos anteriores son muy
significativos, tanto por la forma en que se expresa
Remos de Carlos Manuel, como por la cariñosa forma en
que Carlos Manuel alaba, sin exageración, el
trabajo literario de su inspirada sobrina.
Para 1860 mientras Úrsula tenía 28
años, Carlos Manuel habría cumplido los 41, pero es
evidente que ambos demostraban especial interés por la
música y por la literatura. Úrsula había escrito un
inspirado poema dedicado a su guitarra en 1851 y Carlos
Manuel era miembro de la Sociedad Filarmónica de la
ciudad.
Me
pregunto: ¿Alguna vez Úrsula, le habrá prestado
su guitarra a Carlos Manuel? ¿Alguna vez habrán
convivido juntos, interpretando sus propias composiciones
y expresando sus patrióticos sentimientos?....¡quién
puede saberlo! Pero es muy posible, que alguna vez
y en esos años haya sucedido.
Para conocer sobre
la vida y las poesías de Úrsula Céspedes Orellano de
Escanaverin por favor hacer click en este enlace
AÑO DE 1852
Ingresa a
la cárcel al ser detenido por su actitud política
contraria a España. Tuvo de compañeros de celda a su
tío Lucas del Castillo y al poeta Don José Fornaris y
Céspedes.
En otras
dos ocasiones vuelve a pisar la prisión, pero no es
motivo para que cese su actividad intelectual, pues
continua componiendo poemas o haciendo traducciones, como
la ya mencionada de La Eneida.
Esto
sucede durante el primer y segundo período del Capitán
General de Cuba, Gral. Gutiérrez de la Concha.
AÑO DE 1856 a 1865
Destaca como abogado y hombre de
negocios en Manzanillo a donde traslada su residencia.
AÑO DE 1866
Los poemas y producción literaria
de Céspedes fue abundante y variada, en este año, el 7
de diciembre, en Guaímaro, escribe el poema titulado
"La Conchita" del cuál poseemos una copia del
manuscrito de su puño y letra, que se muestra a continuación:
|
AÑO DE 1867
Por la
suma de $81,000.00 compra el Ingenio de La Demajagua en Manzanillo.
En agosto
se reúnen en la recién fundada logia masónica de
Bayamo, denominada Estrella Tropical No. 19, Francisco
Vicente Aguilera y Francisco Maceo Osorio. Aguilera es
nombrado Venerable Maestro, pero en realidad preside un
comité insurreccional.
La
siguiente reunión fue en la Casa de Pedro (Perucho)
Figueredo. Allí mismo, Figueredo se sentó al piano y
compuso la música del Himno Nacional.
Se
integra el Comité de Bayamo y ausculta Holguín,
Santiago, Camaguey y Las Villas.
Se une
Carlos Manuel de Céspedes al movimiento insurreccional.
Céspedes
encabeza la conspiración en Manzanillo.
Cisneros
Betancourt encabeza la conspiración en Puerto Príncipe
(Camagüey).
El
y Bartolomé Maso pertenecieron a la Logia de Tinima de
Puerto Príncipe
AÑO DE 1868
En el mes de enero muere de tisis la
primera esposa de Céspedes, Maria del Carmen.
Céspedes funda en abril la Logia de
"Good Faith" en Manzanillo y se convierte en
Gran Maestro.
El 3 de agosto de 1868 se acuerda la
primera reunión intermunicipal, por los comités de
Camaguey, Holguin, Tunas, Jiguani, Manzanillo y Bayamo,
representada por Salvador Cisneros Betancourt, Belisario Alvarez, Vicente García, Francisco María Rubalcava,
Felix Figueredo, Donato Mármol, Carlos Manuel de
Céspedes, Jaime Santiesteban, Isaías Masó, Vicente
Aguilera y Maceo Osorio, esta reunión tiene lugar en la
finca de Jesús María y al día siguiente en San Miguel.
Céspedes e Isaías Masó representaban a Manzanillo y
Vicente Aguilera a Bayamo.
Por esta
época debe iniciarse una relación amorosa entre Carlos
Manuel y Candelaria Acosta Fontaigne , joven mestiza de
apenas 17 años de edad que era hija de su Mayoral en La
Demajagua, Juan Acosta. Candelaria a quien Carlos Manuel
llamaba Cambula se hizo célebre por haber
confeccionado la bandera enarbolada el mismo día de la
insurrección.
De esta
unión nacieron dos hijos reconocidos por Carlos Manuel,
Carmita y más tarde Carlos Manuel.
El
Comité de Bayamo fija el 24 de diciembre, fecha de
inicio de la rebelión.
Céspedes
impaciente adelanta la fecha al 14 de octubre pero la
conspiración es descubierta por el Capitán General
Español Valmaseda.
El 7 de
octubre se recibe telegrama cifrado en Bayamo, ordenando
detener a Céspedes. El telegrafista Nicolás de la Rosa
previene a Céspedes a través de un sobrino de éste
llamado Ismael Céspedes, hijo de su hermano Francisco
Javier.
Desde el
8 de octubre Céspedes convoca a los patriotas. Empiezan
a reunirse en el Ingenio de "La Demajagua" de
su propiedad.
La Demajagua se encontraba al este de
Manzanillo. En el ingenio redacta y discute el manifiesto
que habría de dar a conocer.
En
octubre 10 da el Grito de la Independencia en Yara.
Encabeza
la Insurrección al mando de 147 hombres y poco a poco va
creciendo el número de partidarios que lo siguen,
llegando a tener cerca de 17,000 hombres.
El poeta
José Joaquín Palma salva su vida gracias a la
intervención de un desconocido agricultor, que trabajaba
en la Hacienda El Dátil de nombre Máximo Gómez quién
llegó a convertirse en general y héroe de la
Independencia de Cuba.
Dato
curioso es el hecho de que El Dátil pertenecía a la
familia Céspedes Orellano
En
octubre 18, junto con Aguilera y Marcano toman la Ciudad
de Bayamo. Perucho
Figueredo reparte volantes con la letra del Himno
Nacional Cubano y para el 20 de octubre se interpreta en Bayamo, por
primera vez en la historia.
Carlos
Manuel Céspedes es llevado en ese día y bajo palio a la
Catedral, donde se le asigna el título de Capitán
General de la Cuba Libre y dirige un emocionado discurso
declarando la libertad de todos los esclavos insurrectos.
Pronto
enfrenta a la oposición de Camagüey, que no le perdona
haber adelantado el levantamiento y haberse adjudicado el
cargo de Capitán General. Este grupo encabezado por
Salvador Cisneros Betancourt, decidió mientras tanto
retrasar su apoyo a la insurrección, lo cuál permitió
a los españoles preparar con más comodidad la
recuperación de Bayamo.
Céspedes
y sus generales Donato Mármol y Modesto Díaz,
planearon la defensa de Bayamo en base a impedir que los
españoles cruzaran el Río Cauto, pero Mármol impetuoso
da la orden a sus tropas de cruzar el río y sorprender a
Valmaseda, pero falla y dando un rodeo los españoles
recuperan Bayamo.
AÑO DE 1869
Bayamo es
el símbolo de la rebeldía Cubana y sus habitantes antes
de permitir su rendición a las tropas de Valmaseda,
incendian todas sus casas y convierten la ciudad en
gigantesca antorcha el 12 de enero de 1869. Por azares
del destino, la casa que fue de la familia Céspedes y en
la cual nació el Libertador, permaneció en pié y es un
Museo actualmente.
Dulce el nuevo Capitán General español,
crea el Consejo Administrativo de Bienes Embargados y confisca todos los
bienes y propiedades de los insurrectos, que se caracteriza por la
rapiña de los militares y funcionarios españoles mismos se reparten
entre ellos los bienes y riquezas confiscados. Ante las
diferencias de los jefes rebeldes, fundamentalmente los
de Camagüey, en abril 10 de 1869 en el pueblo de
Guaímaro se proclama la Constitución del mismo nombre
que es redactada por Ignacio Agramonte y Antonio
Zambrana.
Aprobada
por todos nace allí la República de Cuba en Armas y las
discrepancias políticas entre los lideres de Camagüey,
Bayamo y Manzanillo quedan zanjadas.
La
esclavitud queda abolida, en la nueva Constitución,
Carlos Manuel de Céspedes es nombrado Presidente de la
República, Salvador Cisneros Betancourt preside la
Cámara de Representantes y Manuel de Quesada y Loynaz es
nombrado Jefe del Ejército. La Cámara tiene facultades para destituir al
Presidente y al Jefe Militar.
Céspedes
ambicionaba la Independencia total y absoluta de Cuba,
mientras que Cisneros Betancourt se inclinaba por la
anexión norteamericana.
El
gobierno en armas, establece su asentamiento en
Guaímaro pero no tardan los españoles en desalojarlo de
dicho lugar.
Oscar de
Céspedes y Céspedes, hijo del primer matrimonio de
Carlos Manuel es capturado junto con el expedicionario
Goicuría y se ejerce presión sobre su padre para que se
entregue a cambio de salvar la vida de su hijo. Carlos
Manuel se niega y menciona que todos los cubanos son sus
hijos y de allí proviene el nombre de Padre de la
Patria, por el cuál se le conoce.
El 4 de
noviembre, Carlos Manuel de Céspedes contrae segundas
nupcias con Doña Ana de Quesada y Loynaz, hermana de
Manuel de Quesada y Loynaz.
AÑO DE 1870
El
gobierno en armas, errante, se traslada a Berrocal,
Sabanilla y Magaramba. La Cámara de Representantes
objeta las actitudes de Manuel de Quesada y lo destituye.
Céspedes pretende que le acepten la renuncia en vez de
destituirlo, pero le es negada, entonces decide enviarlo
a Nueva York en misión oficial.
En
marzo 29 es fusilado Oscar Céspedes y Céspedes, hijo de Carlos Manuel.
Estando
en Magaramba, el poeta Juan Clemente Zenea, que viajaba
con salvoconducto español, engaña a Céspedes y éste
lo recibe en la creencia de que es un emisario rebelde,
ganándose su confianza al paso de los días.
El 13 de
diciembre, acompañada por Zenea, Ana de Quesada inicia
su viaje rumbo a Nueva York, pero es detenida junto con
Zenea, por los españoles. Tras múltiples peripecias y
vejaciones, finalmente Ana de Quesada es dejada libre.
Llega a
Nueva York y vive con su Mamá y sus hermanas Caridad y
Conchita, tiempo después Ana descubre que está
embarazada.
AÑO DE 1871
En
febrero Céspedes se lamenta de que Manuel de Quesada no
haya regresado a Cuba encabezando una expedición y se lo
comenta a su esposa por carta.
En julio
desembarca Rafael de Quesada, hermano de Ana, con una
pequeña expedición y Céspedes recibe las primeras
cartas de Ana desde Nueva York.
Ana le
comenta en sus cartas de las divisiones e intrigas entre
los grupos cubanos representados por Aldama y Manuel de
Quesada, su ex-jefe militar exiliados en Nueva York y
para ello Céspedes envía a Nueva York al Gral. Vicente
Aguilera y a su compadre Ramón Céspedes y Barrero, como
negociadores.
Ramón
Céspedes y Barrero era hermano del tatarabuelo Manuel
Céspedes y Barrero y muy allegado y de las confianzas de
Carlos Manuel. Muchos años después, en 1885, lo
encontramos como Juez Municipal en Manzanillo y él es
quién firma el Acta de Nacimiento de la Tía Delfina
Aguirre Betancourt, que nació en ese año.
Céspedes
recibe carta de Manuel de Quesada sincerándose y el
primero comenta con Ana que la mejor forma de hacerlo,
sería que arribara a Cuba con una gran expedición.
El
conflicto que tuvo Manuel Quesada y Loynaz con Céspedes fue que
el primero deseaba manejarse como Jefe Militar, pero sin obedecer
ordenes del Gobierno en Armas que estaba formado por la
Cámara de Representantes y el Presidente. Como anécdota
debe mencionarse que el Gral. Manuel Quesada y Loynaz,
participó activamente en el ejercito mexicano luchando
al lado de Don Benito Juárez en contra del Imperio
encabezado por Maximiliano.
Céspedes
le envía a Ana una carta escrita por La Cambula, amante
del primero antes de casarse y le pide que sea generosa y
comprenda que la única relación que los une es la
"hijita" que tuvo con ella y que el ama.
Céspedes
se entera por carta que Ana quedó embarazada antes de
partir y en agosto tiene jimaguas (gemelos) que llevan el
nombre de Carlos Manuel y Gloria Dolores, ambos de
apellidos Céspedes y de Quesada.
Juán
Clemente Zenea muy discutido personaje y literato
distinguido, es fusilado en La Habana el 25 de agosto de
1871, considerado traidor tanto por los rebeldes
insurrectos, como por el gobierno colonial español que
ordena su muerte.
Carlos
Manuel de Céspedes le anuncia a Ana la captura de toda
la familia de su hermano Pedro Céspedes por los
españoles y que la familia de su hermano Javier logró escapar
pero perdiéndolo todo. También dice que la familia
Milanés fue robada y asaltada.
Respecto
a Zenea escribe: "Corrió la noticia de que Zenea
había sido fusilado y lo sentíamos cuando ignorábamos
su traición, pero hoy lo que se siente es que no lo
hayan hecho pedazos."
El 8 de
octubre el Gral. Ignacio Agramonte rescata de manera
heroica al Brigadier Julio Sanguily, que había caído
preso de los españoles.
Céspedes
le pide a su esposa Ana que permanezca viviendo al lado
de su madre en Nueva York, que no trate regresar a Cuba,
pues no es lugar para una mujer decente, en esos momentos
de la terrible guerra que vivían.
En agosto
comenta a su esposa por carta: "Carlitos, Javier,
Pedro y la demás familia andan por Oriente, el primero
está en Manzanillo". Se refiere a sus dos hermanos
Pedro y Javier y a su hijo Carlos Manuel Céspedes y
Céspedes, de su anterior matrimonio.
Por parte
de la familia Quesada, José Ignacio hermano de su esposa
Ana, siempre fue su más fiel y más leal acompañante,
con Manuel Quesada no llevaba buena relación, pero
con Rafael Quesada la relación fue mejor, pues
encabezó varias expediciones.
Otras dos
hermanas de Ana de Quesada, Caridad y Concepción
estaban junto con su madre en Nueva York. En Cuba
permanecía todavía la hermana de Carlos Manuel,
Francisca de Borja, a quién llamaba Borjita.
Para
estas fechas Máximo Gomez (el agricultor de El Dátil),
ya tenía el rango de General del Ejército y luchaba con
denuedo en contra de los españoles.
En
octubre comenta su visita a la casa de Cambula, para ver
a su "hijita", quizá por última vez, pues le
habían recomendado que Cambula por su seguridad debía
marchar al extranjero.
El 27 de
noviembre son fusilados injustamente 8 estudiantes de
medicina en La Habana por el llamado grupo de Los
Voluntarios al mando del Gral. Dulce
AÑO DE 1872
En enero
escribía Céspedes a su esposa Ana: "Trina y
Borjita deben estar a esta fecha en Jamaica. De Javier y
Ricardo hace días que no tengo noticias ciertas. Estoy
temiendo una desgracia". Como dije Javier y Borjita
eran sus hermanos, Trina (María Trinidad) era la
esposa de Francisco Javier y Ricardo parece ser el hijo
de Javier y Trina.
Céspedes
se mostraba desesperado por la ausencia de expediciones y
escribe:
"Y en efecto es de creer, en vista del
tiempo transcurrido desde la última remesa, que allí
nadie se acuerda de nosotros, para enviarnos
recursos".
También
dice:
"Los
asaltos, saqueos e incendios por los españoles de
Boquerón, donde yo tenía una finca a 4 leguas de
Manzanillo" y después. "En noches pasadas
robaron a Emilio Céspedes 11 onzas de oro...", y
más delante: "José Ignacio que ya estaba bueno,
recayó y ahora tiene una úlcera muy fea en una pierna.
Yo gozo de buena salud, temiendo siempre perderla".
Hasta
ahora desconozco exactamente de quien era hijo Emilio
Céspedes.
En el mes
de marzo comenta:
"Al fin tuve el gusto de saber de
Javier y Ricardo, están buenos...".
"Comprendo
los motivos que te habrán impedido escribirme, pero a
veces me figuro que me has olvidado...",
"Javier
y Ricardo se han incorporado ya conmigo, trajeron la
noticia de la toma e incendio del pueblo El Dátil a una
legua de Bayamo".
Ya comenté arriba que
"El Dátil era una propiedad de los Céspedes
Orellano.
En abril
recibe cartas de Ana y escribe:
"Por
fin algo de tu boca, supe relativo a nuestros idolatrados
mellizos, sin embargo de que habría quedado ignorante
del nombre del varón, si mi hermano
Pedro no me hubiese dicho en su carta, que venía a
aumentar la lista de mis homónimos.....En cuanto al
nombre de la niña no obstante que es a lo que siempre
con nobleza y dignidad he aspirado, me habría sido mucho
mas dulce, e innegablemente menos vergonzoso, o
inmodesto, que se dijese Anitica de Céspedes".
Sus
nombres: Carlos Manuel y Gloria Dolores
También
dice:
"Paramos
el 6 en la boca del Baguano, donde presencié el
espectáculo de la marea después de 3.5 años que deje
de verlo en La Demajagua"
En mayo
el Gobierno de Céspedes queda en custodia del
contingente de Máximo Gómez y mientras tanto su hermano
Javier, con su hijo Ricardo parten a Bayamo. Julio
Sanguily pierde un brazo en la guerra y el Gobierno
decide su traslado al extranjero. Céspedes seguía
insistiendo sobre la expedición de Manuel de Quesada.
Escribe a
su esposa Ana:
" Me complace que la naturaleza nos
haya compartido la semejanza de los gemelos, porque
presagio que la niña será muy buena , pues
pareciéndose a mí forzosamente habrá de ser fea y rara
es la fea que sale mala. En cuanto al varón puede que
cambie de carácter, porque yo de niño creo haberte
dicho que era muy manso. Mas luego me volví un diablo
encarnado".
En otra
carta dice:
"Ocho
meses van pasados sin recibir carta tuya, ni recursos del
exterior, ocho meses de tormentos para mi corazón por
todos lados y ocho meses que son una prueba mas de mi
constancia y la de los Cubanos".
Mas
delante:
"José
Ignacio está al sanársele completamente la llaga".
Y después dice: "Tuve el gusto de recibir la tuya
del 24 de febrero y saber por tu boca de nuestros
queridos gemelos. Mucho deseo abrazarlos a todos".
Céspedes
tiene problemas con el comportamiento del Gral. Máximo
Gómez y dice:
"Llegó
su insolencia hasta contestar con sarcasmo y agotada la
paciencia fue necesario largarle un golpe"
Para el
mes de julio escribe:
"El
ansiado correo del exterior llegó por fin el día 13,
para mi con el disgusto de no haber recibido carta tuya,
no obstante que por las de Pedro y Borjita supe que tu,
que eres hoy mi prenda más cara en el mundo, después de
Cuba y mis adorados mellizos, continuais en
perfecta salud".
En agosto
dice:
"Muy
amada esposa mía: a esta fecha aún no he tenido el
gusto de ver tus adorables letras; hace como 6 meses que
no me llegan cartas tuyas.."
y
después:
"Se
cumplió este día un año del desembarco de Agüero, es
decir un año que no recibimos un grano de pólvora, ni
un fusil, ni un hombre!" y hablando de su cuñado
José Ignacio: "Cada vez tengo lugar de apreciar el
buen carácter de José Ignacio. Vive muy unido
conmigo y muy sumiso a mi voluntad. No se atreve a hacer
nada sin consultarme y no altera en lo mas mínimo mis
costumbres. Me cuida como una mujer y mucho más que mi
propio hijo. Así que lo quiero entrañablemente y me
sería muy sensible separarme de él. Te digo todo esto
(Ana)
porque aunque ya tu parece que no me amas, te
complacerás por tu hermano y la demás familia se
alegrará de saberlo. ¿No es cierto ingratona?".
Y
mas delante:
"Cumplieron
en este mes, un año nuestros queridos hijitos y aún no
los he conocido. ¡Ay, tal vez no los conoceré nunca!
También hizo 20 meses que no te veo. En esa eternidad,
¡cuantos dolores! Esto lo recordé el 13 y no obstante
mi entereza y la firme resolución que tengo formada de
morir, si no doy la libertad a mi Patria, resolución que
creo me apruebas y debes aprobarme, te confieso que
sufrí una angustia mortal y para vencerla necesité de
toda la fuerza de mi voluntad.
Es cierto que no hay
sacrificio comparable al de vivir separado de ti y de las
prendas de nuestro amor, pero cuando veo tantos cubanos
que olvidaron a su Patria, o que la abandonan por estar
reunidos con sus familias; me avergüenzo y afirmo más
mi juramento para que un día pueda decirse que Cuba ha
producido siquiera un hombre digno."
Para
septiembre y aún sin recibir carta de Ana escribe:
"Muy
cerca viven las Cancino, jóvenes de Bayamo que han
atravesado por todas las peripecias de la revolución,
solas, honradas y constantes. Las dirige una hermanita
mayor, poetisa que se firmaba Consuelo, cuyo talento es
todo hijo de la naturaleza. Se han refugiado en
este lugar, el Asturias Cubano."
Para
octubre Céspedes escribe:
"Mi
queridísima Anita de mis ojos: Ha vuelto a llegar correo
de donde tu sabes y no he recibido todavía carta
tuya" . Y después: "Ayer celebramos el 4o.
Aniversario de nuestro glorioso alzamiento; y aquí vino
de molde aquello de los pajarillos de los poetas que al
alba se levantan festejando tu día; pues en este
campamento no habíamos oído ruiseñores y sin embargo
desde la víspera muy temprano una bandada de esos
cantores se presentó casi encima de nuestras cabezas y
empezó con sus trinos a llenar de armonías el
espacio."
Para
noviembre escribe:
"Ayer
me repitió la calentura; hoy tomé el quinino; tengo
molestia en la cabeza. Los ayudantes han mejorado de
salud, pero José Ignacio sigue todavía malo."
Y luego mas adelante: "El día 4 de noviembre fue mi
santo y el tercer aniversario de nuestro matrimonio, dos
fases de la vida, de la vida de familia que me complazco
en enlazar".
Al llegar
Manuel Betancourt y Betancourt con una pequeña
expedición, el campamento se llena de regocijo y Máximo
Gómez, Calixto García y la multitud gritaban ¡A
Occidente! Vamos a Occidente!
¡Que sea
yó, Sr. Presidente! Yo; para mí!, le suplicaba el Gral.
Máximo Gómez a Céspedes.
Recuérdese
que el éxito de la Insurrección dependía mucho de
lograr que el levantamiento prendiera en el occidente de
la Isla y tanto el Gral. Máximo Gómez como el Mayor
Ignacio Agramonte estaban deseosos de lograrlo.
Más
adelante dice:
"Aumentó
mas la común satisfacción al haberse sabido que el
Mayor Gral. Ignacio Agramonte Loynaz me había enviado
comunicaciones directas en términos cordiales
asegurándome de la buena disposición de las fuerzas a
su mando para sostener el prestigio del Gobierno de la
República." Mas adelante Carlos Manuel Céspedes
comenta: "Betancourt tuvo la amabilidad de traerme tus cartas y tus
retratos con los niños en brazos. No puedes formarte una idea del gozo
que sentí al ver todos aquellos rostros idolatrados..."
Y en
relación con la carta recibida de Ana dice:
"Mi
corazón debía latir satisfecho (por los éxitos de la
insurrección) y yo volvía mis ojos a mi hogar
domestico, donde esperaba encontrar el amor, la felicidad
y el reposo. Tu carta ha venido a amargar mi ventura y
destruir mis mas queridas ilusiones."
Enseguida
y en una página entera, ante la aparente queja de Ana
por su precaria situación económica, le expresa la
forma en que el ha tratado de resolver su problema
económico y su ansiedad y desesperación.
De igual
forma le reitera por que razón ella y sus hijos no deben
regresar a Cuba, dado que los peligros del viaje y la
vida errante que llevan, cambiando su posición de manera
continua haría imposible la vida en familia. Ante las
dudas que tiene Ana respecto a su fidelidad, Céspedes le
escribe:
"No
puedo ser feliz sino a tu lado adoro a nuestros hijitos,
deseo para ellos un porvenir dichoso, y si es cierto que
soy hombre y sujeto a todas las flaquezas humanas, podré
cometer un desliz en cualquier sentido, (mas) no lo es
menos que nunca tendré una amante, ¡te lo juro!"
y mas
adelante dice:
"Y
de aquí tomo pie para rogarte que nada compres para mi
de tu bolsillo, mientras no mejore tu
situación"..."Yo todavía vivo en la
opulencia. Mira: de cinco camisas viejas que tenía, pude
darle la mejor a Betancourt que no traía ninguna".
Y copiándole parte de su diario, escribe: "....y la
esperanza de ver a mi Anita, a pesar de que ya han pasado
2 años desde que se separó de mi lado, en todo este
tiempo, ni un momento la he apartado de mi memoria. Cada
día la amo mas y se han añadido a mis
padecimientos los que considero la agobian en tierra
extraña y con dos niños gemelos que cuidar."
Casi al
final del año dice en relación a su enemigo político,
presidente de la Cámara de Representantes, Salvador
Cisneros Betancourt, Marqués de Santa Lucía:
"Por
la noche la música completó la obra con retreta
y baile. El Marqués de Santa Lucía estuvo dos días
borracho, hablando cosas inoportunas y siendo el
ludibrio de la soldadesca."
Después
dice y esto aclara quién era Emilio Céspedes:
"Emilio
Céspedes, el hijo de mi compadre (Ramón Céspedes y
Barrero, que envió a Nueva York), que estaba
comprometido a casarse con Candelaria Figueredo, se
separó de mi lado para casarse con Mercedes Cancino y
ayer he recibido la noticia de que ha muerto de
enfermedad. Participo de ese nuevo sentimiento de su buen
padre."
AÑO DE 1873
En
febrero escribe:
"Vino el correo del extranjero y no
me trajo carta tuya. Aunque me pesa, no lo extraño
porque bien veo que como parece te pesa escribirme."
Más
adelante dice:
"Yo
sigo ahora bien de salud y voy reponiéndome a grandes
pasos, creo que no volveré a tener otra indisposición
durante la guerra. Cuando me escribas, mándame entre la
carta la medida del alto y del grueso por los hombros de
cada uno de mis queridos gemelos, expresando la fecha en
que se midió."
En marzo
le escribe a Ana:
"los
retratos deben estar muy parecidos pero con la diferencia
de traje, peinado y creciente gordura, te hallo muy
diferente de la que se marchó de la insurrección y
realmente así será tal vez en todo, a lo menos en el
genio, parece que se te está poniendo muy malo y conmigo
principalmente."
Las
acciones militares del Mayor Gral. Ignacio Agramonte y
Loynaz en Buey, Curaná, Lázaro y Cocal del
Olimpo, abriéndose paso para burlar la línea defensiva
Júcaro a Morón y llevar la rebelión armada a través
de Las Villas hasta el extremo occidental de la Isla,
suponía una gran victoria y el reconocimiento mundial de
una República en armas, unificada por un mismo ideal. No
quiso el destino que fuera Agramonte quien realizara esta
hazaña, pues una bala enemiga, el 11 de mayo en el
potrero de Jimaguayú lo derriba y pierde la vida.
En el mes
de junio y a raíz del ataque de una columna española de
900 hombres que les disparó 16 cañonazos escribe
Céspedes:
"Las
balas y las granadas me pasaban sobre la cabeza y hacían
explosión a corta distancia. ¡Era divertido!"
En el mes
de julio le escribe una larga carta en son de queja a su
hermanita Caridad (hermana de Ana) que vive
en Nueva York y le dice:
Días hace querida hermanita que estoy muy triste y me atormenta esa
terrible idea. No tengo un día de placer; los males me
persiguen; la vejez me ha entrado de repente; pero no
creas por eso que desmayo, ni me desaliento en mi empresa
que creo asegurada, sino que los disgustos domésticos me
agobian. ¡La familia me hace desgraciado! Por eso
me ha servido de muchísima complacencia la descripción
que me haces de las gracias de mis idolatrados mellizos.
Con ella he gozado como si estuviera viéndolos y ese
será mi único consuelo, porque yo no los veré nunca;
moriré sin tenerlos en mis brazos, sin conocerlos
siquiera mas que por mudos retratos."
Para el 6
de julio una expedición comandada por Rafael de Quesada,
desembarca en la Isla, pero tuvo la desgracia de que se
rompieran los botes y no pudo desembarcar mas que una
parte del cargamento, sobre esto dice:
"Yo
no pude ir en persona porque el camino era largo y
sumamente escabroso de suerte que siempre llegaría
tarde. Mandé a Carlitos (Céspedes y Céspedes su hijo)
y este me trajo una maleta con....."
y sigue la
descripción de los efectos personales que le envían,
entre ellos 2 botes de quinina y 14 cuadernillos de papel
y polvos dentífricos, que mucho antes había solicitado.
En otra
carta le escribe a su esposa Ana:
"Querida
esposa: recibí tus cartas del
20, 23, 28, y 31 de mayo y 27 de junio de este año;
quisiera contestarte con la mayor extensión acerca de
los asuntos domésticos; pero de naturaleza tan reservada
son, que sería necesario escribir demasiado en cifra o
exponerme a tener los secretos de familia divulgados por
los españoles que pueden interceptar esta
correspondencia; lo primero es materialmente imposible,
dadas las circunstancias mis males y ocupaciones y en lo
segundo no imitaré tu ejemplo, cometiendo semejante
imprevisión, por no decir imprudencia. Prefiero sufrir
callado y que se interpreten erróneamente mis
sentimientos, como yo estoy acostumbrado a verlo. Nada
mas puedo decir ahora"
Y ante
las aparentes recriminaciones y exigencias de Ana en sus
cartas, que no son totalmente claras, pero que según
deduzco giran acerca de la mala situación económica,
los celos no contenidos por la larga separación que
llegaba a mas de un año y medio y la imposibilidad de
que Céspedes aceptara que ella viajara a la Isla, le
contesta pero en términos poco
comprensibles y mas adelante dice:
"Yo
estoy bien persuadido de que no he de volver a verte; por
que moriré en la guerra, o alguno me matará antes.
Nunca conoceré a nuestros hijitos mas que por retratos,
pues también su tierna edad los expone mucho a una
desgracia. Tu misma padeces; y así es que siempre estoy
esperando que cada correo me traiga la noticia de un
funesto acontecimiento, Mi corazón me presagiaba la
enfermedad que ahora han sufrido y todo esto se añade a
mis penas porque los amo y a ti lo mismo, aunque no
quieras creerlo."
En otro
párrafo expresa:
"Te
doy gracias por lo que me dices me tienes preparado pero
de aquí en adelante no quiero que me mandes nada; ni
armas, ni medicinas, ni ropa, ni nada, Guárdalo todo
para ti y los chiquitos. Yo estoy satisfecho con lo que
tengo. Vivo en una choza o a la intemperie. Como lo que
me dan, aunque sean los reptiles más inmundos. Ando
vestido y calzado de una manera grotesca, pero honesta.
No tengo necesidades. Hasta ahora me defiende la lealtad
de los que me rodean; el día que me falte no sabré
morir peor que Ayestarán."
Y sigue
después en relación con partidas destinadas al socorro
de los miembros del Gobierno que se encontraban en la mas
extrema pobreza:
"¿Y es posible que haya cerebro
bien organizado que piense que voy a distraer de los
fondos públicos miserables cantidades para asuntos
particulares? Para eso habría guardado mi dinero que era
bastante y mucho más de lo que se ha
girado"...."En cuanto a mi, tengo mi conciencia
tranquila y desprecio esas calumnias. He cumplido con mi
deber. Mi conducta está en la expectación pública. No
juego, No me embriago, no enamoro, ni siquiera paseo.
Trabajo sin descansar por Cuba, no puedo asegurar que lo
haga con acierto, pero es con buena fe. No robo, no mato,
no violo, no hago intencionalmente agravios a nadie.
Procuro proceder imparcialmente en mis
resoluciones, y que haya orden y justicia. Jamás
transigiré con los españoles sino bajo la base de
nuestra Independencia. Más no puedo hacer, no soy
santo.
Si
no están conformes, tomen su Presidencia el día que
quieran. ¡Ojalá fuera mañana! ¡Cuidado un día no la
dejen caer por tierra! Para nada la apetezco. Yo quiero
ser el primer independiente, y adonde quiera que vaya
tendré que comer, porque yo sé trabajar. No le
tengo miedo a nadie, ni a nada! Por ser Presidente no voy
a sacrificar mis sentimientos ni mis otros deberes."
Y
después Céspedes escribe en relación a las cartas de
Ana:
"Sentí
muchísimo las que tuve que devolverte; pero hoy no puedo
conservarlas. Voy a reducirlas todas a cenizas, aunque se
me destroce el alma. En eso no hay bajeza y es para bien
de todos. No quiero que los enemigos se enteren de las
confianzas que tienes conmigo."
Mas
adelante y en relación a su visita a Cuba:
"Aunque creo que ya habrás desistido de ese pensamiento, te aconsejo
que no sueñes siquiera con venir ahora a Cuba con Rafael, ni con nadie;
pues además de que existen los mismos motivos que antes, siempre estaré
lejos del lugar del desembarco..."
En
relación con sus hijos escribe:
"Los
dos últimos retratos de los niños, son los que tengo en
mi cartera. Todos los días los saco para contemplarlos.
Me río con ellos al ver la facha que tienen; pues
Charlie parece un malayo y Gloria está hecha una furia,
con la bemba tan estirada y queriendo romper el llanto.
Después los beso y los guardo...."
Refiriéndose
a Cisneros Betancourt dice lo siguiente que sugiere
cierta relación familiar con él o con Agramonte que
llevaba el apellido Loynaz:
"Al
Marqués le di las noticias de familia que contienen tus
cartas y le ofrecí mis servicios. Con esto y que supo
que la muerte de Agramonte, me había afligido mucho,
pareció que se había arrepentido de sus maquinaciones,
pero la ilusión duró pocos días."
Para
fines del mes de septiembre escribió en relación a su
conflicto con la Cámara de Representantes:
"Desde
hace días está anunciándose la reunión de la Cámara
para chocar conmigo y llegar tal vez hasta la
deposición..."
Y mas
abajo dice:
"Como
es probable que si no logro conjurar la tempestad, al
recibo de esta ya no sea Presidente, bueno sería que se
arreglase con Rafael que venga a buscarme en un vapor en
el día y punto que señale con anticipación."
Y
enseguida:
"Este
aviso no debe preocuparte. Era esperable; los pueblos son
mas ingratos que los reyes. Deben ser servidos con
desinterés. No por eso se enfríe nuestro amor a Cuba,
ni el deseo de liberarla de sus opresores. Tu vista y la
de mis adorados hijitos me servirá de suficiente
consuelo al destierro."
El 1o. De
octubre escribe:
"Te
advierto que es falso que el Marqués haya estado en el
ataque de Las Yeguas, como dijeron los españoles. Desde
1871 se vino huyendo a Oriente, donde no ha hecho mas que
tratar de perjudicar y ponerse en ridículo. Para no
pasar trabajos en Camagüey, no fue camagüeyano."
Enseguida
dice:
"La
legislatura se ha abierto con una crisis. El Marqués ha
presentado su renuncia de la Presidencia de la Cámara.
Se ignoran los verdaderos motivos; pero se dice que
porque los compañeros lo acusaban (a la sordina) de
agitar mi deposición para conseguir la Presidencia de la
República."
El día
11 de octubre le escribe a su esposa Ana:
"Anita:
hasta hoy no ha procedido la Cámara a la deposición,
pero me ha dado toda clase de muestras de hostilidad y
por último no ha querido acompañarme hasta este lugar,
donde hemos celebrado el aniversario del 10 de
octubre."
Se
refiere al 5o. Aniversario del Grito de Yara. Enseguida y
refiriéndose a un hecho de guerra del Mayor Gral.
Calixto García Iñiguez, menciona los nombres del
Teniente Coronel Enrique Céspedes y al Coronel Ismael
Céspedes por su heroico comportamiento en la batalla,
desconozco la relación familiar que tenía con ellos.
Para el
21 de noviembre en otra carta menciona lo siguiente:
"La
patria está de luto y llora la muerte de tantos hijos
beneméritos. Mi pobre hermano Pedro, selló con su
sangre el juramento de volver a Cuba. Yo le había dicho
que permaneciera en el extranjero, ocupado en el servicio
de la patria, conforme le permitieran sus males y así
podría atender también al cuidado de sus hijos. Su
patriotismo lo arrastró y ha muerto en el campo del
honor. Dichoso el que ha ceñido este lauro inmortal. Su
gloria inmarcesible me consuela de su muerte."
En relación con su deposición
de la Presidencia de la República, esta tuvo lugar el 28
de octubre de 1873, ocupando su lugar, como el lo había
dicho Salvador Cisneros Betancourt, Marqués de Santa
Lucía, y en la misma carta se refiere a
estos hechos, sin mostrar ninguna queja y ningún
resentimiento, de la siguiente manera:
"En
cuanto a mi deposición he hecho lo que debía hacer. Me
he inmolado ante el altar de mi Patria en el templo de la
ley. Por mí no se derramará sangre en Cuba. Mi
conciencia está muy tranquila y espera el fallo de la
Historia. Y pongamos aquí punto final a la
política."
Menciona
después a sus familiares mas cercanos que lo acompañan
en la guerra y que ya hemos dicho que eran su cuñado
José Ignacio Quesada y Loynaz, su fiel ayudante; Carlos
Céspedes y Céspedes, el hijo que le quedaba de su
primer matrimonio, dado que Oscar murió fusilado; Javier
Céspedes y del Castillo, el hermano que le quedaba
puesto que Pedro estaba recién muerto y Ricardo
Céspedes que aparentemente era hijo de Javier.
A
continuación lo que de ellos dice:
"Estoy
en buena salud y con muchos deseos de verte así como a
la demás familia. Lo mismo José Ignacio y Carlitos,
Javier y Ricardo que andan por Bayamo buenos. Salvo la
separación y las desgracias de la familia, no me
inquieta hoy otra cosa mas que a los otros cubanos
comprometidos en la lucha con España."
Unos
días después de la deposición de Céspedes de la
Presidencia, el barco Virginus que transportaba
pertrechos para la rebelión, fue detenido por los
españoles y muertos 50 de sus hombres de nacionalidad
norteamericana. Esto resultó ser una gran tragedia para
la República en Armas, que necesitaba con urgencia
dichos abastecimientos y fue motivo de que no se
organizara después ninguna otra expedición para ayudar
a la causa. Desconozco si su hermano Pedro venía en
dicho barco y formó parte de los hombres ejecutados por
los españoles, aparentemente así fue.
Ya para
terminar el año, en el mes de diciembre, escribía lo
siguiente:
"Ayer
me dejaron en libertad y me quedo en Cambute. Dicen que
me darán pasaporte y así puedes hacer lo que creas mas
acertado sobre este particular, conforme a lo que arriba
te digo; pero avisándome antes con especificación, lo
mismo que a Mariano"
AÑO
DE 1874
El
salvoconducto jamás llegó y se ve obligado a internarse
en plena Sierra Maestra a un sitio denominado San
Lorenzo, en donde permanece acompañado solamente por su
hijo mayor Carlos Manuel.
El
27 de febrero Carlos Manuel de Céspedes, es sorprendido
en San Lorenzo, por una columna de soldados españoles
del batallón de San Quintín, posiblemente conducidos
hasta allí por la denuncia de algún informante.
Abandonado a su suerte por la Cámara de Representantes y
sin escolta alguna, su hijo estaba fuera del campamento
en ese momento, prácticamente ciego, intenta defenderse
y ya herido de muerte, se despeña por un barranco.
Eusebio
Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de la Habana, en
su libro El Diario Perdido, termina la
descripción cronológica de la vida de Carlos Manuel,
con estas muy sentidas y adecuadas palabras que les
reproduzco:
"Así
terminan los días de quien defendió la libertad con su
vida. A partir de ese momento, y hasta hoy su figura se
enaltece. Más que sus actos públicos y los rasgos de su
atractiva personalidad, será su pensamiento
la piedra angular sobre la cual se edificarán los
conceptos republicanos; en él esta la génesis de la
historia de la Patria y de las virtudes cívicas del
Estado y del Pueblo. |