Pudiera ser que entre más años pasan, aparte de hacernos más viejos, recordemos con especial cariño a nuestros maestros. Esta página está dedicada a ellos y de manera especial a los que fueron mis maestros en la ESIME, la de Allende 38, entre los años de 1953 y 1956.
Repasando viejos papeles he logrado conjuntar un buena parte de los nombres, algunos completos otros no, pero el ejercicio me sirvió para traer viejos y gratos recuerdos a la mente. El nombre de cada uno de ellos me fue útil para recordar un caudal de anécdotas, buenos recuerdos y también, porqué no, algunos tensos y preocupantes momentos que se daban antes de los exámenes o al ir a verificar en las vitrinas, nuestras calificaciones finales.
Al repasar la lista de nombres me encontré con muy gratas sorpresas: tres de ellos Manuel Zorrilla, Mario Canabal y Antonio Paredes fueron Directores de la ESIME; dos de ellos fueron Directores del IPN, Manuel Zorrilla y José Antonio Padilla Segura; uno de ellos fue Subsecretario de Comunicaciones, Javier Barrientos y otro de ellos Secretario, Antonio Padilla Segura. Aquí me refiero a los maestros de Ingeniería Eléctrica pues hubo algunos otros, de otras carreras, que destacaron de manera sobresaliente como el Ing. Eugenio Méndez Docurro.
Otros como el Dr. Enrique Bustamante Llaca, destacó a nivel internacional, habiendo obtenido el doctorado en  Ciencias Físico Matemáticas en la Universidad de Princeton, siendo el primer mexicano graduado en el extranjero con esta especialidad. Fue autor de al menos dos importantes libros que aún se utilizan en la enseñanza de la Teoría de la Corriente Alterna y la Teoría de los Circuitos, este ultimo con el procedimiento desarrollado por él.
De todas formas e independientemente de sus cargos y desempeños posteriores, cada uno de ellos y en su momento, nos proporcionaron excelentes enseñanzas y prácticos consejos, que me sería imposible relatar de manera detallada, pero que sin embargo quedaron para siempre marcados en nuestro desempeño profesional. Vaya pues este humilde pero sentido homenaje de mi parte, para todos y cada uno de nuestros queridos maestros de la ESIME.
La siguiente es la lista que he podido completar hasta hoy, si alguno de los compañeros recuerda algún otro nombre les pido que me lo hagan llegar.

En la siguiente imagen se muestra una sección de la foto panorámica oficial que se tomó en octubre de 1956, en la que aparecen 17 de nuestros maestros, todos ellos al frente y sentados, no logro identificar a la mayoría de ellos por lo que vuelvo a solicitar ayuda. Reconozco desde luego a nuestro padrino el Ing. Antonio Carbajal Soto al centro y viendo la foto a su derecha el Ing. Walter Cross Buchanan, el Ing. Jorge Suarez Díaz Director de la ESIME, el Ing. Eleazar Díaz y dos lugares después el Ing. Emilio Rodríguez Mata. Para ver esta fotografía completa y ampliada les pido que hagan clic sobre la imagen por favor. Se divertirán observando cuanto hemos cambiado los alumnos y observando que Mario Ramírez Istilart aparece 2 veces en la foto, igualmente un grupo de cinco o seis compañeros electricistas sentados al frente y en el extremo derecho, cruzaron la pierna a la vieja usanza.
 

Enseguida una foto que tiene muy especial significado para el que esto escribe, fue tomada oportunamente por mi hermana Chela y así guardó para siempre un gran momento en el que apenas llegando a la casa, brindamos por haber concluido con éxito mi examen profesional para obtener el título de ingeniero electricista. En ella aparecen en el orden acostumbrado: mi esposa Mela, mi mamá, el que esto escribe, mi papá, uno de los maestros del jurado y en el extremo derecho nuestro maestro, y padrino de generación, el ingeniero Antonio Carbajal Soto, que en esa ocasión fungió como presidente del jurado.

Una de las múltiples buenas cosas que tuvo a bien realizar nuestra Generación ESIME 1953-1956, fue que nunca olvidó a nuestros queridos maestros y procuró que nos acompañaran en las fiestas de aniversario. En 1981 cuando celebramos nuestro 25o. Aniversario, hubo una comida especial con los maestros de todas las carreras y durante la Cena Baile del Hotel Presidente invitamos y convivimos esa inolvidable noche con muchos de ellos. Los que siguen son algunos recuerdos que guardo con cariño de algunos de los que estuvieron en esa ocasión.

Generalmente guardamos las fotos, pero solemos olvidar algunas dedicatorias que quedaron escritas en el dorso de las mismas; en otros casos como el que sigue, las dedicatorias pudieron quedar escritas en las hojas en blanco de un libro. Hojeando mi ejemplar del Directorio de la Generación publicado en  1981 y que se repartió entre los compañeros asistentes a la cena baile del 25o. aniversario,.quedaron allí plasmadas las dedicatorias de muchos de mis compañeros,  pero sobre todo  las de algunos de los maestros que asistieron esa noche.
La que sigue es la portada de dicho directorio,  en la que mediante una composición muestro tres de las frases, que de su puño y letra escribieron mis maestros. Un gran orgullo, un gran momento y un gran recuerdo.
 

Quince años después, para celebrar el 40o Aniversario de nuestra generación, se celebró una comida en las instalaciones de la vieja ESIME de Allende 38 y se obtuvo una foto de la mayoría de los asistentes al evento. Puedes verla completa y ampliada si haces clic sobre la foto siguiente.

Aquí vemos la parte central de la foto en la que aparecen varios de nuestros maestros, incluyendo al Ing. Carbajal Soto al centro. Del lado izquierdo sentado aparece el Ing. Tomás Cantú, pero requiero de ayuda para identificar a los demás. Esta foto fue tomada en el patio principal de la vieja ESIME (hoy Centro de Educación Continua), exactamente en el mismo sitio donde se tomó la de 1956. Haz clic sobre la imagen, para ver la foto ampliada y completa.

Encontrarse con uno de tus maestros de la escuela después de 30 años de no verlo, no es nada común, pero que de manera fortuita te encuentres sentado junto a él, que te reconozca como alumno y que se dirija a ti mencionando tu nombre y apellidos completos y que además viva en tu misma colonia, es algo que de verdad resulta asombroso.
Eso me pasó cuando en 1987 tuve el gusto de encontrar al Ing. Raúl Arroyo Borja, quién fue nuestro maestro de Diseño de Máquinas Eléctricas en 1956.
Raúl Arroyo fue un excelente profesionista y empresario egresado de la ESIME, que nos dio clase cuando tenía apenas 4 años de haber egresado. Esta situación se presentó debido a que nuestros jefes de grupo habían solicitado a la dirección de la escuela, que nuestro maestro titular fuera substituido en virtud de que no era convincente la forma de presentar su clase. Por tal motivo Raúl fue nombrado maestro substituto y de esa forma recibimos una clase de diseño de transformadores eléctricos encauzada a las aplicaciones prácticas,  más que a la teoría, misma que dejó profunda huella en nuestro aprendizaje.
Por aquellos años, Mario Ramírez Istilart y el que esto escribe ya éramos socios en un pequeño negocio de motores eléctricos que habíamos iniciado, ambos teníamos casi los mismos conocimientos y aquella clase nos resultaba de muy especial interés, pues de forma paralela estudiábamos por nuestra cuenta el diseño de motores eléctricos.
Por razón natural Raúl Arroyo no nos conocía, pero nos veía siempre juntos en unión de Rodolfo Guerrero y de Georgel Rosales. Nos había encargado desarrollar en casa un nuevo cálculo del ejemplo desarrollado en el pizarrón, que al final arrojara los valores correctos de las pérdidas, tanto en el cobre como en el hierro. Aunque los cálculos consecutivos no eran complicados, tenía que llegarse al resultado correcto mediante prueba y error. Por aquellos años, cuando mucho disponíamos de la regla de cálculo (no había microcomputadoras y menos Excel) y repetir los cálculos en el borrador del trabajo era bastante tedioso y tardado. Cuando Mario y el que esto escribe presentamos nuestros trabajos, a pesar de trabajar independientes, seguramente cotejamos resultados y los presentamos ¡idénticos!
Creíamos que habríamos de sacar 10 de calificación (o al menos 9), pero Raúl nos puso una nota en ambos trabajos, que pueden ver a continuación y que se explica por lo anterior narrado.
 

La nota que escribió nuestro maestro en 1956 dice: "Vea las anotaciones que le hice a su compañero Ramírez Istilart a quién revisé primero. Como no puedo saber más de usted y Ramírez, voy a tener que ponerles la misma calificación y esta será un poco menor que si cada quién hubiera hecho su diseño por separado. Tómelo en cuenta para el futuro. Calificación: SIETE"

Cuando reencontré al Ing. Arroyo en 1987, la verdad que me dejó sorprendido de su excelente memoria. Un día que ya como amigos desayunamos juntos, recordamos las viejas anécdotas. El se acordaba de memoria de prácticamente todos los nombres de sus alumnos, pero además también se acordaba de haberme puesto una nota en mi trabajo. "porque le copiaste a Ramírez".
Cuando le dije que todavía la tenía el me expresó su curiosidad de volverla a ver, pero el caso es que como suele suceder, cuando me puse a buscarla jamás la encontré
Pasaron muchos años y nos seguimos viendo con frecuencia a pesar de que Raúl es un enamorado del Golf y juega siempre que puede y yo no. Recientemente (2007) me hizo ver que ya se le estaban olvidando los nombres de sus alumnos y le daba mucha desesperación no recordarlos. Entonces le dije que yo tenía algunos directorios de 1981 y que habría de regalarle y dedicarle uno de ellos. Cuando le escribí la dedicatoria le puse "Espero que esto le sirva para que en el futuro no se le olviden los nombres de sus alumnos", rememorando su nota del diseño, que aún no encontraba pero que bien recordaba su texto.
Hace unas semanas, buscando otra cosa, encontré el famoso diseño y la nota que escribió Raúl. Fue por ello que el 14 de mayo de 2008, la víspera del Día del Maestro, me fui directo a su casa y le dije que le traía un regalo y que quería tomar unas fotos con él.
Las que siguen son las fotos que tomamos en ese día:
 

El ingeniero Raúl Arroyo Borja, mi querido maestro y vecino cercano, mostrando el famoso diseño del transformador monofásico de 333 KVA,  con la nota que me puso hace más de 52 años.

Nuestra Generación ESIME 1953-1956, Ing. Antonio Carbajal Soto, ya cumplió su Aniversario de Oro en 2006 y en estos días (mayo de 2008) quedará colocada la placa conmemorativa en alguno de los muros de la vieja escuela de Allende 38.
Para poner punto final a este relato, les muestro una de las fotos que fue tomada en la Comida del 50o. Aniversario en noviembre de 2006.