LA PAGINA ELEFANTIL, Página Aguirre Botello

LA HISTORIA DE MANOLITO.
Introducción

* Con "M" de Manolito
 

B I E N V E N I D O S



Autor:
Ing. Manuel Aguirre Botello
Diciembre, 2001

 

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INTRODUCCION.-

He dudado durante muchos años sobre escribir o no escribir acerca de la lucha por la vida que tuvo que emprender, sin éxito, nuestro pequeño hijo Manolito Aguirre Martín. Hoy aquí les escribo apenas unos cuantos párrafos, que entiendo les aclararán muchas dudas a ustedes los que no lo conocieron porque entonces eran muy pequeños o bien porque no habían nacido aún.

Este año de 1998, en verdad ha sido muy especial para mí; empecé casi jugando con el nombre de Pravia y hoy unos cuantos meses después, he podido involucrarme tan profundamente y a tal grado en los antepasados de nuestra familia, que hoy puedo comprender mejor los sentimientos de aquellos seres ya lejanos, pero que de alguna manera hemos tenido relación con ellos.

Me impactó primeramente, leer aquel escrito en el que mi abuelo Emilio, describía en detalle sus ingresos y egresos desde el primer día que llegó a México procedente de Cuba y como entristecido reconocía encontrarse en mala situación económica (pecuniaria decía él) y responsabilizarse plenamente de ello. Lo sentí muchísimo, quisiera que nunca le hubiera sucedido, pues bien sabía del mucho esfuerzo que le costó, en Cuba, el hacerse de un regular capital cuando era joven. Sentí mucho también que nunca pudo regresar de nuevo a Riberas de Pravia, su tierra natal y como huyendo de una guerra en Cuba, 1895, vino a México tan solo para encontrar otra aún mas cruenta, la Revolución Mexicana de 1910, que le tocó vivir, con todas sus implicaciones en la ciudad de Córdoba, Veracruz y que muy posiblemente fue la causa principal de su descapitalización.

Tiempo después supe, como Don Manuel Céspedes y Barrero, el padre de nuestra bisabuela Antonia Céspedes, después de haber sido un rico hacendado en 1868, el mismo año en que se inició la insurrección Cubana, no solo perdió todas sus propiedades y todas sus pertenencias y cosechas, que al ser confiscadas por el gobierno Español, fueron arrasadas y destruidas  por el fuego, sino que por el terrible impacto recibido, también perdió la vida.

Me enteré de la lucha por vivir que emprendió la excelsa poetisa Ursula Céspedes de Escanaverino, hermana de la bisabuela Antonia, quién tuvo que morir apenas a los 42 años de edad y sumida en la desesperación de tener que dejar en la horfandad a sus tres pequeños hijos, de los cuales la mayor, quien mas le preocupaba, apenas si cumplía 15 años.

La guerra no solo le quitó a su padre, sino también a tres de sus hermanos varones que perecieron en la lucha. En sus versos, nos describe sus mas íntimos sentimientos de tristeza

Por si fuera poco, he ido descubriendo paso a paso la azarosa vida del Padre de la Patria Cubana, Carlos Manuel de Céspedes, quien teniéndolo todo, decidió abandonarlo para luchar por la independencia de su Cuba. Más de 27 descendientes de la familia Céspedes ofrendaron su vida en la lucha , entre ellos y aparte del mismo Carlos Manuel, mueren fusilados su hermano Pedro y su hijo Oscar. Este último al ser tomado preso por los españoles, pone a prueba el temple de Carlos Manuel, que rechaza negociar la vida de su hijo aduciendo que "todos los cubanos son mis hijos" y de allí adquiere el honorífico nombre de "Padre de la Patria". Muchos sufrimientos y desventuras, como su injusta destitución de la presidencia en 1873, la pérdida de su libertad, el abandono a su suerte, sin escolta, ni comida que lo llevaron a la muerte en una emboscada de las fuerzas españolas y el haber muerto sin poder volver a ver a su segunda esposa y sin conocer a sus dos pequeños hijos mellizos, son algunas de las tristes etapas de su vida, que me hicieron reflexionar.

Todos ellos seguramente tuvieron etapas muy felices en sus respectivas vidas, sin embargo gracias a que un día decidieron narrar parte de sus vivencias, hoy pudimos constatar que aparte de aquellos momentos felices que los engrandecieron, también les tocó sufrir y que su ejemplo ante el sufrimiento nos ha servido, ahora, como enseñanza, que bien pudiera en el futuro, ayudarnos para afrontar situaciones semejantes.

Por eso creo que es el tiempo de narrar la vida, la corta vida, de nuestro pequeño hijo Manolito. Toda la dicha que nos trajo y también la terrible tristeza de su ausencia. Sus momentos más felices y su ejemplar lucha contra la adversidad. Toda una enseñanza que él nos dejó y que ahora puedo transferir por este medio, esperando que nadie tenga necesidad de vivir una pena tan grande como aquella, pero que al menos les sirva para entender mejor a las personas que la sufren o que han tenido que sufrirla.

COMO OLVIDARTE HOY...
Es el nombre de una canción que compuso mi hijo José Manuel y que inicia así "Como olvidarte hoy, con los años que llevas en mi interior..." y es verdad, como olvidarte, mi pequeño hijo, ahora que se acerca el aniversario de tu muerte, como olvidarte ahora que estamos a punto de cumplir 33 años de que tuve que escribir aquella "Receta para siempre" y aceptar con humildad, que prefería tu ausencia a tener que verte sufrir. Todo ello ocurrió precisamente en un 10 de diciembre como hoy..

Para esa fecha, mis esperanzas estaban rotas, había comprendido muy bien la clase de vida, que en el caso de sobrevivir, habría tenido que llevar mi pequeño Manolito y no quería que aquello sucediera. Sabía muy bien que lo mejor para él, era que yo le pidiera a Dios que lo recogiera a pesar de la irreparable pérdida que para nosotros sus papás representaba.

No es fácil para un papá que tanto quería a su hijo tomar una decisión así, pero en verdad no era justo verlo sufrir más y fue por eso que decidí escribir aquellas líneas, por el frente y por detrás de la receta médica del Hospital.

Manolito era un valiente, jamás recuerdo haberlo escuchado quejarse y cuando le preguntabas "¿Como te sientes?", su respuesta invariable era "bien". Sin embargo la realidad era mucho muy distinta.

Habíamos llegado al Hospital Scott & White, en Temple, Texas el 16 de noviembre de 1965 con muchas esperanzas, a pesar de conocer la gravedad del caso y lo avanzado de su enfermedad, y además de los muy malos augurios de los médicos que lo habían visto en México. Pero sus padres queríamos que no quedara ninguna posibilidad por agotar y como en aquel lejano hospital sabíamos que se encontraba uno de los mejores médicos especialistas en aquella enfermedad, fuimos allí con la más grande ilusión.

Para el 10 de diciembre de 1965, la fecha de la "Receta", muchos contratiempos se habían presentado, el tratamiento nunca funcionó y el niño no mejoraba, Mela que había viajado a pesar de que dos días antes había tenido terribles cólicos en México, a pesar de su fortaleza y de su fuerza de voluntad, acosada por la fiebre y el dolor, tuvo que ser operada en aquel mismo hospital el 23 de noviembre, apenas una semana después de nuestra llegada, para extraerle un enorme cálculo renal en el uretero, que era la causa de la infección y del dolor que le aquejaba.

Apenas unos días después, el 2 de diciembre, Manolito tuvo que ser sometido a su primera intervención quirúrgica, algo que no denotaba muy buenos augurios. Nosotros sus padres sufrimos con él aquellos dolorosos momentos. Mela por fortuna había tenido una extraordinaria y rápida recuperación y estaba allí junto a su hijo. Yo muy triste sabía bien lo que aquella operación podría significar en la vida futura de mi hijo y me resistía a aceptarlo.

Por desgracia para el día 10 de diciembre, era notoria la desmejoría de nuestro hijo, todo iba mal y había llamado de larga distancia a México explicando la situación. Como suelo hacerlo, trataba de evitarles mas penas a mis padres y no quería decirles toda la verdad.

Pero ellos, sobre todo mamá, lo intuían, todo iba muy mal...

El día 11 de diciembre de 1965, llegaron a Temple, dos personas a quienes hoy quiero agradecerles su presencia en aquellos momentos tan dificles para nosotros. Dos hermanas, mi hermana Chela y Tina la hermana de Mela, ambas nos brindaron su ayuda, pero sobre todo nos respaldaron en los momentos cruciales que aún nos faltaban por vivir.

Un par de jóvenes inexpertos, Mela de 26 y yo de 30, habíamos llegado al límite de nuestra resistencia y nuestro hijo empeoraba cada día, ellas dos nos permitieron un respiro y nos reconfortaron en la etapa final. Para ambas vaya mi agradecimiento de siempre, reconocido aquí.

El día 13 de diciembre, se le practicó una segunda intervención a mi hijo, era solo un recurso final. Yo no lo habría querido....

El 14 de diciembre Manolito cumplió 3 años, todo mundo en el Hospital sabía de la lucha desigual que mi hijo enfrentaba en contra de la muerte. Como Chela recuerda, los médicos y las enfermeras de la Clínica le regalaron una tarjeta y una campanita de navidad, que al jalar el cordoncito tocaba, para mi, muy tristes notas navideñas. Manolito estaba muy grave, le habían conectado oxígeno.

Chela, la fuerte de la familia, estaba allí junto a él, yo ya no podía verlo sufrir....

Manolito murió el 16 de diciembre de 1965......

Lo sentimos mucho....
Lo seguimos sintiendo....
Manolo

Diciembre 10 de 1998.

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Última revisión: Viernes, 22 Abril 2011.